-
Arquitectos: System Arquitectura
- Área: 192395 m²
- Año: 2018
-
Fotografías:Pedro García, Fernando Alda
-
Proveedores: Sika, Assa Abloy, Caracola, Prosistemas, Schüco
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto consiste en la rehabilitación del complejo industrial textil de Intelhorce (1957-2004) para transformarlo en el nuevo centro logístico de la empresa Mayoral Moda Infantil en Málaga.Para ello, se recupera la antigua nave de acabados preservando su espectacular espacio interior y su estructura de hormigón y a la vez que se le añade una nueva envolvente.
El diseño de la nueva fachada formada por paneles plegados de GRC mejora la eficiencia energética del edificio a la vez que expresa el concepto dinámico de la “tela” como material representativo de la industria textil a la que se ha dedicado siempre este edificio. Paralelamente el resto de la parcela se prepara para la futura extensión de la compañía con una actuación paisajística sostenible.
La rehabilitación del edifico principal (Vázquez Molezún, Valdés. 1963) parte de tres objetivos fundamentales: La recuperación de la estructura existente como elemento principal del proyecto; La mejora de la eficiencia energética del edificio y su adaptación al nuevo uso; El diseño de una nueva piel que represente la filosofía de la compañía.
El reto principal fue integrar los tres objetivos y así surge la estrategia de diseño: crear un sistema de protección solar usando el concepto de “la tela” como idea motriz de la forma final; “un vestido que protege el edificio del sol”. Mediante los paneles de GRC más grandes fabricados en España se genera una nueva fachada a modo de “falda plisada” que reduce la radiación solar en un 39%.
Para integrar los pliegues de la nueva fachada en el edificio existente se emplearon las proporciones de su sección transversal de tal modo que la escala y forma de los paneles nacen de un proceso geométrico de modulación de la estructura existente, empleando la inclinación de los dientes de sierra como dirección principal del sistema.
En cuanto al diseño de las zonas de expansión se trataba de dejar preparado el terreno con una solución paisajística de bajo coste para más de 10 hectáreas que permitiera ir ocupando esas zonas con futuros edificios. Para ello se emplearon materiales reciclados de la demolición de los diferentes edificios del complejo y se ordenaron siguiendo el dibujo de la estructura del tejido de la lana, creando así un patrón decorativo que ordena las zonas exteriores.
Todo el proyecto se ha realizado a partir de estrategias bioclimáticas donde ha sido crucial el empleo de diferentes herramientas de simulación y análisis digital para llegar a las diferentes soluciones tanto formales como constructivas.
Entre los principales retos constructivos superados, además de la reparación de la estructura de hormigón original, se encuentra la fabricación y puesta en obra de los paneles de GRC que se emplearon para la fachada. Con más de 13.5 m de altura están muy por encima de los 7.5 m recomendados. Sin embargo, gracias a su forma plegada que incrementa su rigidez y al aumento de la cáscara de GRC, se consiguió su viabilidad. Para la colocación en obra fue necesario utilizar un útil que se emplea en la industria aeroespacial dada la complejidad geométrica de los paneles, la inclinación, y la variación del centro de gravedad de los mismos.